El COVID-19 movió los cimientos de las estructuras sanitarias de las naciones, pero también de los sistemas económicos más sólidos del planeta. Grandes potencias vieron caer sus ingresos. Sin embargo, los emprendedores resurgieron.
Pequeños y medianos comerciantes se transformaron en medio de la adversidad, ya que encontraron en las redes sociales una vía para obtener más ganancias bajo el confinamiento.
Cifras que impulsan a los emprendedores
El Banco Interamericano de Desarrollo publicó un documento sobre el impacto del coronavirus en los emprendimientos de los países latinoamericanos y del Caribe. Los resultados arrojaron que 37% de la población estudiada implementó modalidades de trabajo a distancia, a solo meses de la cuarentena en la región.
Por su parte, la Asociación de Nuevos Trabajadores, Emprendedores y Microempresarios (Atraem), reportó a mediados del mes de mayo, el incremento de 45% del emprendimiento en las regiones del centro de Venezuela.
Un importante número de los negociantes ya tenían sus proyectos en marcha y hallaron nuevas alternativas para seguir desde casa.
Las redes al alcance de todos
Cada país tiene miles de historias de personas que encontraron en las redes sociales una forma de llegar a más potenciales clientes. A continuación te contamos algunas que de seguro te servirán de inspiración.
Triplicaron sus ventas
Dos colombianas con tres años en la venta de alimentos orgánicos en un pueblo de Bogotá, registraron bajos ingresos con la llegada de la cuarentena, por lo que tuvieron que trazar otras metas.
Utilizaron las redes sociales para vender sus productos. Se organizaron para preparar pedidos y hacer las entregas. Un día empezó a aumentar la demanda.
“Hemos visto crecer nuestro negocio tres veces más que antes”, confesó una de ellas a un diario de esa nación. En la actualidad, abarcan un mercado más amplio.
«Quiero Pannet»
La venta de comida dulce o salada, es uno de los sectores más explotados por los emprendedores. En Argentina, un comerciante consiguió uso eficiente a una app que había adquirido hace unos años atrás.
Fabricaba pan y le iba “regular”, pero en cuarentena se le ocurrió utilizar su herramienta tecnológica para promocionarse. “Quiero Pannet” les dio una esperanza.
Sus más de 20 empleados se convirtieron en los vendedores de panes congelados que llegan a miles de hogares en Buenos Aires, listos para ser horneados en casa.
Realidades que fortalecen a los emprendedores
Una médico pediatra radicada en la capital venezolana pensó en los abuelos que estaban solos, debido a la diáspora y en medio del confinamiento.
Junto a especialistas de diferentes áreas decidió ofrecer el servicio de atención y compañía para adultos mayores. Una oportunidad tomaba forma.
Los resultados han sido satisfactorios. En cuarentena aumentó la recepción de contratos por parte de venezolanos radicados en el exterior que no querían dejar solos a sus parientes. “Una forma altruista de ayudar y ganar ingresos”.
“La crisis es una oportunidad”. Quienes no pierden fuerzas en tiempos difíciles, logran avanzar con la vista puesta en sus metas.
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